sábado, 15 de septiembre de 2018

¿Si yo fuera una rosa, igual me querrías?

¿Si yo fuera una rosa, igual me querrías?
A veces me pregunto el porqué estás conmigo,
no puedo comprender cómo alguien soporta mi inestabilidad,
mi drama, y mi inseguridad.
Puede que lo oculte,
puede que no quiera demostrar mi sensibilidad,
mi tristeza, mis inseguridades o mis complejos.
Pero... si lo hiciera, ¿igual me querrías?
Dices que me amas, que me quieres y que hasta a veces me admiras.
Pero... ¿por qué?
¿Qué es eso que ves en mí?
¿Qué es eso que te llama tanto la atención?
Puedo ser muy cambiante, tóxica y dependiente,
pero aún así no te rindes.
Dices que me conoces, y a veces así parece.
Soy un ser extremadamente sensible,
que todo le duele y le ofende.
Terca, forra y solitaria,
pero aún así, me quieres.
Siempre me usan para desahogar penas,
pero nadie se preocupa realmente por sí mismo,
pide consejos y no los siguen,
solo quieren una oreja que los escuche.
Y sí ni siquiera les importa elles mismes,
¿por qué iba a importarles yo?
A veces solo quiero llorar todo el día, y que me abraces,
no que me preguntes qué me pasa,
solo que estés ahí,
conmigo.

¿Felicidad?

A veces me es difícil estar sola,
ese sensación de vacío que tengo dentro.
A veces me cuesta no hacer nada,
no puedo estar quieta,
ni en silencio ni sola.
Siempre creo que estoy bien,
pero cuando estoy sola, 
sin compañía de nadie,
cuando nadie está abrazándome por la espalda,
ahí es cuando me doy cuenta que todavía tengo un vacío dentro,
un dolor punzante,
una desconfianza e inseguridad latente.
Cuando por la noche estoy despierta y está todo oscuro,
mi mente no me deja en paz,
y nunca se apaga.
A veces se me hace difícil estar bien, estando sola.
Me cuesta no deprimirme, 
no aburrirme.
Me cuesta hacer nada, estar acostada sin hacer nada
estar sola mirando al techo.
No puedo dejar que mi mente se calme nunca,
porque ahí es cuando todo se pone negro,
cuando se me hace más difícil.
Necesito estar haciendo cosas todo el tiempo,
sin importar qué sea,
me hace mal estar encerrada todo el día.
Me duele mi soledad, y me hace mal.
Me duele la monotonía de mi vida,
por eso odio los fin de semanas.
Nunca me gustaron.
Odio tener que estudiar y resumir todo el día, 
sin poder hacer otra cosa,
porque ni siquiera mi mente está en eso.
Me duele no tener amigos con quien salir,
me molesta mi ansiedad 
y cómo me cuesta hablar con personas nuevas.
Me encantaría poder ser menos tóxica y dependiente.
Pero no puedo, 
me cuesta.

sábado, 11 de agosto de 2018

Ya no sé

Estoy demasiado enojada,
no puedo evitarlo.
Cada vez que me evitan,
me ignoran,
no me hablan.
Tengo ganas de romper todo,
o algo, o nada.
Tengo tanta ira dentro de mi, 
que no puedo sacar,
ya no sé ni porqué,
tengo mucho odio por sacar,
muchas decepciones,
muchas heridas sin cicatrizar por completo.
A veces me odio por ser como soy,
a veces simplemente me amo de más.
Sigo enojada,
ningún enojo se cierra por completo.
Soy celosa, aunque quiera evitarlo
porque va en contra de todos mi principios de amor sano.
Tengo cambios de humor,
aunque no quiera,
me enojo fácil
y tengo mala memoria,
a veces ni me puedo llegar a acordar porqué me enoje en primer lugar,
seguro no fue nada importante,
pero aún así, 
lo fue.
Tengo ganas de dejar todo,
tirar todo a la mierda,
y sumergirme en mi depresión, 
la única que no me deja sola.
Me vivo enojando,
aunque no lo desee,
aunque lo intente con todas mis fuerzas,
no puedo evitarlo.
Soy insegura, desconfiada,
odiosa, y terca.
Estoy tan enojada, 
que ya mis ganas de romper algo no se van,
solo se acumulan, 
y se mezclan con mis ganas de llorar,
de secarme por completo,
para ver si así tengo un vacío de este infierno.
Me enojo, y después trato de negarlo,
de evitarlo.
Respiro hondo,
sonrío,
y trato de dejarlo atrás.
Como si mi mente lo hiciera conmigo.
Estoy enojada,
porque siempre que me enojo,
me dejan sola,
aunque no quiera,
aunque pida ayuda para poder volver a estar bien,
me dejan sola,
"hasta que se me pase".
Como si en algún momento se me fuese a pasar.
Cada enojo que tengo,
solo se acumula,
hasta que ya no puedo más.
Ya no sé cómo hacer.
Para no estar sola, 
para dejar de enojarme,
para no sentirme así,
para no hacerle más a les otres.

miércoles, 11 de julio de 2018

Inundada.

Quiero llorar,
quiero pegarme tantas veces para así romperme en pedazos,
quiero llorar para desahogar toda la pena que siento,
todo el dolor, todo el sufrimiento.
Quiero llorar hasta que se me hinchen los ojos y se me seque el alma.
Quiero poder romperme la mano contra la pared, y no sangrar.
Quisiera gritar en el medio de la nada, 
hasta desgarrarme las cuerdas vocales, 
y poder ver si así siento vacío el dolor que tengo en el pecho,
que me consume cada días más, y más rápido.
Quiero cerrar los ojos y poder ver un final feliz,
un final inesperadamente feliz.
Estoy inundada de emociones,
tristes, felices, de fracaso, pero nunca de victoria.
Quisiera poder hacer algo bien por una vez en la vida,
que todo me salga de la manera en que la pienso,
poder rendir bien,
poder estar animicamente bien,
poder pasar de año, 
dejar de preocuparme en qué pasará si no apruebo,
si voy a tener que cambiar de carrera,
empezar a trabajar, o dejar todo.
Quiero romper todo, 
quiero dejar de sentir un rato,
dejar de ser una bomba de emociones a punto de estallar.
Quisiera tener una puerta para que entren y vean.
Para que entiendan.

¿Tóxica?

Ya sé que soy bastante sensible, 
que estoy más tiempo enojada que contenta,
sé que soy irascible,
que te saco de quicio,
que me enojo por cosas que ya no deberían enojarme,
que así como me enojo se me pasa rápido,
que así como te sonrío capaz que al rato te estoy llorando.
Sé que no soy fácil de manejar,
sé que me cuelgo la bandera del amor feminista y sano,
que me lleno la boca hablando de que los celos son tóxicos,
que están mal y que envenenan la pareja.
También sé que tengo celos por mi propia familia,
sé que no tengo amigues,
yo sé que estoy siempre sola,
ya sé que no le caigo bien a casi nadie,
ni me esfuerzo porque así sea,
ya sé que soy dependiente de vos,
sé que te tengo solo a vos.
Ojalá pudiera evitarlo,
ese enojo inconsciente,
el odio que tengo dentro, el resentimiento,
pero no puedo evitarlo.
También... también, también sé
que a elle le conociste primero,
le elegiste primero,
que es tu amigue,
y que siempre le vas a elegir,
por muchas, muchísimas razones,
las cuales algunas ya sé, y otras no tanto
y que no quisiera saber cuáles son,
porque cada razón me duele,
es un puñal en el alma, un agujero en el corazón.
Cada vez que veo una foto de ustedes,
me duele,
y aunque dijiste que no ibas a salir con elle,
sé que no podes evitarlo.
También sé que con elle no te quejas,
pero conmigo sí.
Me duele que sepa todo,
que le cuentes todo,
que elle sepa cosas que yo no,
que no puedas contarme cosas por elle,
que elle puede estar y yo no.
Me duele tener que fingir,
me duele tu humor con tus amigues,
me duele que no te guste mi feminismo,
que quieras que lo deje, que deje de serlo,
que deje de mirar todo con mi nueva mirada,
me duele que no puedas ser completamente sincero conmigo,
por mi feminismo, por mi manera de ser, por mis celos,
por mi.
Me duele que te moleste cómo soy.
Me duele, pero como ya dije, no puedo evitarlo.

domingo, 10 de junio de 2018

Culpa.

Siento cómo me consume la culpa,
no puedo evitarlo,
ni dejar de sentirlo,
me duele en cada parte de mi ser,
en cada fibra, bien dentro del pecho.
Siento que me oprime,
que me lastima,
que me hiere.
La culpa que siento me la provoco yo misma,
y nunca sé cómo calmarla.
Hago todo mal,
lastimo a otres,
y todo se me acumula.
Me cuesta expresar todo lo que siento,
cuando siento celos,
cuando me enojo,
cuando algo realmente me molesta.
Me callo, me aíslo,
y aíslo a les demás que quieren estar conmigo.
Por un tiempo pueden soportar mi silencio,
pero después de horas en silencio,
se enojan conmigo,
por no poder decirles qué me pasa,
se impacientan, y les molesta mi presencia.
Me ignoran, no me hablan,
pero si supieran cuánto me duele tener que hablar,
tener que explicar las estúpidas conexiones que hace mi cabeza,
las deducciones con pocos datos,
las suposiciones.
Pero, nunca me es fácil,
y eso no pueden entenderlo.
Y por eso se enojan,
por eso les lastimo,
por eso dejan de hablarme,
y me dejan sola en mi mar de pensamientos.
Siento culpa,
siento culpa por fallarles a todes,
por no poder cumplir con lo que me piden,
por no poder expresar mis enojos o celos,
por herirles.
Siento una culpa que mata,
y que me hunde siempre un poco más.

domingo, 22 de abril de 2018

Amor.

Cada vez que te veo comprendo lo que es la belleza,
comprendo lo que es estar enamorado.
Cada facción de tu cara, es una pequeña parte a la cual apreciar.
Todos los días me doy cuenta qué es el amor,
sentirlo de una manera tan bella, tan pura.
He sentido el amor antes, 
pero no de una manera tan sana, tan maravillosa, tan genuina.
El amor que siento por ti,
puedo expresarlo de distintas maneras,
en la forma en que te veo,
en la forma en que te beso,
en la manera en que aprecio cómo me miras.
Cada inseguridad que tengo, desaparece cuando estoy con vos.
El amor que guardo en mi interior,
es incalculable
y hasta inimaginable.
Te adoro,
adoro cómo eres conmigo,
adoro la manera en la que me tratas,
la manera en que me miras,
en que me besas, en que me tocas.
Puedo ver en tus ojos la sinceridad de tus palabras.
Puedo sentir el apoyo que me das en cada cosa que hago,
el respeto a mis decisiones, a mis ideales, y a mi manera de ser.


Aunque me cueste expresarlo, 
aunque me cueste decirlo,
eres una de las personas en las que más confío,
una persona en la que podría depositar toda mi confianza,
alguien a quien admiro,
alguien a quien acompañaría toda mi vida.
La manera en que hablas del futuro,
un futuro juntos,
un futuro claro,
es lo que más me gusta escuchar de tu boca.


Cada noche me acuesto pensando en ti,
en qué hago mal, en qué puedo mejorar.
Cada día me despierto pensando en ti,
en esos ojos que tanto me gustan.
Podría estar noches y días enteros hablando de ti,
halagándote, descrbiéndote,
amándote con las palabras.
Podría escribirte miles de poemas,
en donde expresaría cada vez con más detalles cómo te amo.
Me pasaría días completos a tu lado,
sin importar si hiciera calor, frío, o si estuviese lloviendo.
Cada momento que puedo pasar a tu lado, 
son algunos de los pocos recuerdos que puedo guardar en mi memoria.
Verte despertar a mi lado, 
es una de las más grandes maravillas del mundo.
Dormir a tu lado,
y hasta soportar tus ronquidos.
Podría estar una vida entero alabándote,
narrando cada sentimiento que tengo por ti.


Podría amarte, hoy y siempre.

viernes, 20 de abril de 2018

8M


Cada 8 de marzo me reinvindico como mujer
cada 8 de marzo siento que mi lucha vale
cada 8 de marzo, aunque mueren promedio dos mujeres en ese día,
sé que estoy luchando por ellas,
por aquellas que ya no vemoscon nosotres,
aquellas desaparecidas para ser prostituidas
aquellas muertas por sus parejas, padres, desconocidos
aquellas que no pueden hablar,
aquellas que no pueden ver que esto lo hacemos por todas,
que no somos locas ni exageradas,
solo estamos siendo acalladas,
por aquellos que no nos quieren ver libres,
por aquellos que no pueden ver que nos estamos muriendo
por aborto clandestino, por miedo, por "amor".
Este 8 de marzo, paré, marché, hice huelga.
Ayer todas marchamos 
para poder tener una sociedad libre de mandatos,
una sociedad que no te culpe por lo que te pasó,
una sociedad que cambie.
Ayer marchamos para generar un cambio,
porque si nosotras paramos, se para el mundo.
Porque sin nosotras, no hay producción.
Cada 8 de marzo, deja de felicitar a tu madre, o pareja, o a tu amiga
No es una fecha feliz, ni para celebrar el hecho de ser mujer,
el 8 de marcha es lucha, conmemoración, empoderamiento.
Es todo menos feliz.
Espero algún día, sea el día más feliz del año,
pero para que eso llegue, hay que avanzar como sociedad
hay que abolir el patriarcado,
tienen que dejar de matarnos, culparnos, humillarnos, violarnos, acosarnos.
Hay que hacer conciencia, hay que avanzar.
Ojalá ese día llegue,
Ojalá podamos festejar.

sábado, 7 de abril de 2018

Cuando la poesía es más fácil...

La poesía, es arte. No debe ser bella, hermosa, o rítmica, sólo debe hacerte sentir algo. Amor, odio, tristeza. Lo que sea que un poema te transmita, era lo que el autor sentía en el momento.
Me es fácil poder expresarme a través de las palabras, a veces lo necesito, es la única forma en la cual encuentro un respiro. Pero, no siempre me es fácil, necesito estar completamente enamorada, o triste/depresiva. No hay punto medio en mí, para poder crear, y creo que nunca lo habrá.
Porque así vivo, de a extremos.
A veces estoy furiosa o cansada, y logro crear una crítica. Contra mi, contra el mundo, contra la vida.
La poesía es mi escape. ¿Cuál es el tuyo?

jueves, 22 de marzo de 2018

Celos Tóxicos.


Los celos no son amor,
son lo más lejano al amor.
Los celos son posesión,
y nadie debe poseer a nadie,
no es sano,
no es de alguien cuerdo.
Nadie es de nadie,
ni hoy, ni nunca.
Cada uno debe poder tener la confianza
tanto en sí mismo, como en el otro
para que los celos no salgan a flote.
Los celos son enfermizos,
no son románticos,
no son lo más cercano al querer.
Nadie puede poseer el amor de nadie,
cada uno debería ser libre
de amar a quien le plazca y como le salga.
No hay una sola forma de amar,
no hay una sola forma de demostrar el amor.
Los celos envenenan el corazón,
lastiman el alma,
y corrompen la mente.
El amor tiene que ser libre,
tiene que nacer de uno,
no tiene que tener límites.
El amor no puede encerrarse en una caja,
ni puede apagarse.
El amor no necesita de la posesión,
de la obsesión,
y de la obstinación del corazón.
Hay que dejar de romantizar los celos,
y empezar a amar sin límites,
sin restricciones,
sin guardarnos lo que sentimos.
Porque si uno ama,
tiene que ser lo más real posible.

miércoles, 21 de marzo de 2018

Autoestima.

Veo mi reflejo en el espejo,
Y no me gusta lo que observo, 
Me molesta cada parte de él, 
No puedo apreciar nada que me agrade.
Hay días que nada de mí me gusta,
En que odio todo,
En que extraño cómo era antes,
En los que me duele verme al espejo.
Hay días en los que lo único que veo,
Son los defectos que me dicen que tengo,
Las cosas que no me gustan, 
Que me encantarían cambiar.
Veo mi reflejo y lo único que puedo hacer es,
Compararme con mi yo de años anteriores,
Lo único que me alivia es llorar,
Sola en la cama,
Sola en el baño
Mientras el agua cae sobre mí, 
Mientras pienso en cómo cambiar.
Pero, después hay otros días,
En los cuales lo único que hago es amarme,
Es quejarme de aquel estereotipo
Que tanto me duele,
Que tanto me hizo sufrir durante mi vida,
Durante la infancia, durante mi adolescencia.
Aquel reflejo que veo al lado del mío,
Diciéndome cómo debería ser,
Cómo debería verme,
Y cómo debería no quejarme de él.
Aquel reflejo que todos quieren, 
Y pocos pueden alcanzar,
Aquel estereotipo que tanto mata,
Tanto lastima, y que todos tenemos en nuestras mentes.
Hoy no es un buen día,
Volví a esos días en los que no podía ver nada más que oscuridad,
Hoy es uno de esos días en lo que me odio,
Uno de esos días que no me dejan pensar tranquila.
Hoy es hoy, hoy sufro, hoy lloro.
Pero, tal vez mañana vuelva a ser la misma,
La misma mujer fuerte que siempre quise ser,
Aquella que de a poco voy alcanzando,
Aquella de la que estoy más que orgullosa.
Esa mujer que se ama, a pesar de todo.
Sabiendo cada uno de sus falencias, se ama.
Porque aunque tenga días malos,
Tengo toda una vida en la que puedo amarme,
Y no depender de ningún estereotipo,
Ni de nadie que me diga que soy hermosa,
Porque para decírmelo estoy yo,
Y nadie más.


martes, 20 de marzo de 2018

#Harta

Estoy tan cansada de lo que la sociedad espera de mí,
Estoy tan harta de tener que cumplir los estereotipos,
Ya no aguanto la presión, ni la mirada del otro,
Es fácil hacer de cuenta que nada afecta,
Que nada duele, que no estoy sola.
Pero, no todos me entienden,
Nadie quiere que sea tal cual soy,
A todos les molesta cómo me visto,
Si no me depilo, si lo hago, o si grito en vez de hablar.
Ya estoy harta de cómo la sociedad me hace sentir,
Pequeña e indefensa, insegura y débil,
Todo por querer ir vestida como se me antoja, 
Sin que nadie me grite nada,
Sin que nadie me mire de más,
Sin tener que sentir miedo.
Todo se acumula, y me tumba.
Todo me duele, y me encierra.
Quiero ser fuerte, y sé que lo soy,
Pero hay días en que nada está bien,
Y está bien que nada lo esté,
Hay días en los que me cuesta abrir los ojos,
Días en los que nada me sale bien,
En los que no soy feliz con mi cuerpo,
Ni soy feliz en absoluto.
Amo mi cuerpo, y amo mi manera de ser, 
Pero no todos los días me siento invencible, 
Ni siquiera perfecta,
Mucho menos perfecta.
Hay veces en que las miradas pesan el doble,
Las palabras me duelen el doble,
Y el amor ya no me sirve.
Hay veces que la sonrisa no me sale,
En que mi humor recae,
En que nada de lo que haga o me esfuerce por hacer,
Me sale como quisiera.
Pero, luego hay otros días,
Otras sonrisas, otras personas,
Y vuelven de a poco,
Poco a poco,
Salen a flote, 
Aquellas cosas que creí perdida.
Y me vuelvo a amar, vuelvo a subir
Y planeo en lo alto,
Porque algo que sube puede caer,
Caer bien hondo, lo más hondo posible,
Se puede hacer mierda y creer que no se va a levantar,
Pero, al final del día, de la semana o del año,
Vuelve a subir, con más fuerza que antes, 
Con más ganas, con más amor a uno mismo.
Siempre caigo bien duro contra el suelo,
Pero nunca me quedo por mucho tiempo,
Siempre vuelvo a subir,
Igual de hermosa, igual de fuerte,
O hasta mucho más de cómo lo estaba anteriormente.
Siempre vuelvo, y hasta a veces, más diva que antes.

Bienestar.


Hoy no estoy de humor,
Me siento insignificante,
Y no puedo evitar extrañarte.
Ya no me siento invencible,
No me veo bella,
Ni siento que me quieras.
Hoy tu ausencia me duele,
Y el estrés ya es difícil de soportar.
Poco sé de ti,
Y poco me has de contar.
Hoy todo me sale mal,
Todo se rompe, todo se cae.
No puedo estar con nadie,
Aunque deteste la soledad.