miércoles, 11 de julio de 2018

Inundada.

Quiero llorar,
quiero pegarme tantas veces para así romperme en pedazos,
quiero llorar para desahogar toda la pena que siento,
todo el dolor, todo el sufrimiento.
Quiero llorar hasta que se me hinchen los ojos y se me seque el alma.
Quiero poder romperme la mano contra la pared, y no sangrar.
Quisiera gritar en el medio de la nada, 
hasta desgarrarme las cuerdas vocales, 
y poder ver si así siento vacío el dolor que tengo en el pecho,
que me consume cada días más, y más rápido.
Quiero cerrar los ojos y poder ver un final feliz,
un final inesperadamente feliz.
Estoy inundada de emociones,
tristes, felices, de fracaso, pero nunca de victoria.
Quisiera poder hacer algo bien por una vez en la vida,
que todo me salga de la manera en que la pienso,
poder rendir bien,
poder estar animicamente bien,
poder pasar de año, 
dejar de preocuparme en qué pasará si no apruebo,
si voy a tener que cambiar de carrera,
empezar a trabajar, o dejar todo.
Quiero romper todo, 
quiero dejar de sentir un rato,
dejar de ser una bomba de emociones a punto de estallar.
Quisiera tener una puerta para que entren y vean.
Para que entiendan.

¿Tóxica?

Ya sé que soy bastante sensible, 
que estoy más tiempo enojada que contenta,
sé que soy irascible,
que te saco de quicio,
que me enojo por cosas que ya no deberían enojarme,
que así como me enojo se me pasa rápido,
que así como te sonrío capaz que al rato te estoy llorando.
Sé que no soy fácil de manejar,
sé que me cuelgo la bandera del amor feminista y sano,
que me lleno la boca hablando de que los celos son tóxicos,
que están mal y que envenenan la pareja.
También sé que tengo celos por mi propia familia,
sé que no tengo amigues,
yo sé que estoy siempre sola,
ya sé que no le caigo bien a casi nadie,
ni me esfuerzo porque así sea,
ya sé que soy dependiente de vos,
sé que te tengo solo a vos.
Ojalá pudiera evitarlo,
ese enojo inconsciente,
el odio que tengo dentro, el resentimiento,
pero no puedo evitarlo.
También... también, también sé
que a elle le conociste primero,
le elegiste primero,
que es tu amigue,
y que siempre le vas a elegir,
por muchas, muchísimas razones,
las cuales algunas ya sé, y otras no tanto
y que no quisiera saber cuáles son,
porque cada razón me duele,
es un puñal en el alma, un agujero en el corazón.
Cada vez que veo una foto de ustedes,
me duele,
y aunque dijiste que no ibas a salir con elle,
sé que no podes evitarlo.
También sé que con elle no te quejas,
pero conmigo sí.
Me duele que sepa todo,
que le cuentes todo,
que elle sepa cosas que yo no,
que no puedas contarme cosas por elle,
que elle puede estar y yo no.
Me duele tener que fingir,
me duele tu humor con tus amigues,
me duele que no te guste mi feminismo,
que quieras que lo deje, que deje de serlo,
que deje de mirar todo con mi nueva mirada,
me duele que no puedas ser completamente sincero conmigo,
por mi feminismo, por mi manera de ser, por mis celos,
por mi.
Me duele que te moleste cómo soy.
Me duele, pero como ya dije, no puedo evitarlo.